hierro colado y hierro forjado
El hierro fundido y el hierro forjado representan dos tipos fundamentales de materiales ferrosos que han moldeado la civilización humana. El hierro fundido, producido al fundir hierro y carbon juntos, contiene un 2-4% de contenido de carbono, lo que lo hace más duro pero también más frágil. Se crea a través de un proceso de fundición donde el metal fundido se vierte en moldes, permitiendo formas y patrones complejos. Este material destaca por su resistencia a la compresión y la retención del calor, lo que lo convierte en ideal para utensilios de cocina, radiadores y elementos arquitectónicos. En contraste, el hierro forjado contiene menos del 0.08% de carbono y se forma mediante un proceso de calentamiento y trabajo del metal, resultando en una estructura interna fibrosa. Este proceso crea un material más dúctil, maleable y resistente a la corrosión. La característica distintiva del hierro forjado es su capacidad para ser modelado y trabajado mientras mantiene una gran fortaleza, lo que lo hace perfecto para características arquitectónicas decorativas, puertas, barandillas y proyectos de restauración histórica. Ambos materiales tienen propiedades térmicas únicas, con el hierro fundido proporcionando una excelente distribución del calor y el hierro forjado ofreciendo una mayor resistencia al clima.